sábado, 27 de septiembre de 2008

Envidia

Sí, me corroe la envidia. Desde que ha llegado el nuevo jefe a la oficina mis compañeros no hacen más que levantar temazos mientras yo cada vez me hundo en la silla. Soy consciente de que son rachas y de que me llegará la oportunidad tarde o temprano como ha sucedido otras veces. Pero se alarga y no puedo evitar tensarme cada día por sumarme al entusiasmo generalizado. Necesito tiempo y suerte.
Mientras pienso en qué hacer para superar mi desidia de los últimos días llega la convocatoria de la cena de despedida del anterior director. Además de una cena excepcional en la que volví a descubrir lo buenos que son mis compañeros, descubro la capacidad que tienen algunos de disfrazar lo que de verdad sienten. Ver para creer, ¿quién dijo que el camaleón es el único animal capaz de mudar el color de su piel en un tiempo récord? Ayer, alguno ejerció de lagarto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Envidia? No, se llama pasión por la hipérbole!