lunes, 29 de septiembre de 2008

Cuestión de matices (II)

Repetirse uno mismo que eres el mejor puede estar bien. Sube la autoestima y ayuda a ganar confianza. El problema aparece cuando llegas a creértelo tanto que incluso pretendes que tus compañeros te idolatren y comulguen con tus excesos de autoconfianza. Más si incluso insistes en despreciar a los demás para acrecentar tu imagen. Eso mismo ocurrió el otro día en la redacción cuando un compañero consideró a voz en grito que su sección era la puntera del periódico. Subrayó que no es que considerase que su departamento fuese de los más importantes y con mayor peso sino que los que lo integran son los cabezas indiscutibles del cuadernillo. Hubo algunos reproches pero no le hicieron rectificar. Estaba tan cegado en su propia persona que no reparó en el menosprecio con el que había tratado a los presentes. No es la primera vez que le sucede y he decidido no responderle más. No se lo merece. Si quiere mantener esa ficción es su problema. Por mucho que se repita una afirmación no tiene por qué convertirse en realidad.
No fue a mí a quien más hirió su comentario. No estoy ahora mismo en condición de sacar pecho como confesé en mi anterior post pero allí había algunos compañeros que han tenido una semana más que brillante, con temas de verdad, de los difíciles de conseguir y no de esos de buscar un matiz para diferenciarte de la competencia como los del protagonista del post. Me parece una burla que los mismos que reiteran continuamente que esto no es un proyecto individual sino colectivo caigan en el error de auto-reafirmarse delante de los que menos cobran y más trabajan. Qué poco han tardado en asimilar los fantasmas del pasado!

6 comentarios:

Casandra dijo...

Joer, qué tío más chulito, ¿no? Ese no sabe lo que es la modestia. Lo grave no es que tenga razón o no, sino que vaya tan de sobrado. XD Pasa de él, no se merece que te quemes la sangre. Un besito!!!

Real Love dijo...

Tengo un podio en mi casa, soy el primero cuando quiero.

Anónimo dijo...

El menyspreu al treball de la resta sempre ha sigut el recrus fàcil dels mediocres, sincerament... És una llàstima que hi haja gent tan encegada!

El Gato dijo...

Resulta curioso que sólo los periodistas seamos los que nos fijamos en la firma de los artículos (quitando las excepciones de grandes articulistas que la mayor parte de las veces no hacen información sino, opinión). Si preguntas a la gente de la calle, en Valencia por ejemplo, raro será el lector que sepa quién ha escrito el artículo de economía, infraestruturas, política, local o sucesos que acaba de leer. Él lee El Mundo, El País o El Levante... un producto homogeneo hecho por personas anónimas y si el artículo de cultura está muy bien escrito y trata de un tema que le interesa aunque no sea "propio" y el de política es un torro sólo para entendidos por muy "excusiva" que sea la noticia, ¿cúal de los dos terminará de leer y cuál pasará la página tras ojear el titular? Menos OMBLIGO, que ombligo enemos todos... Ah, y por el post anterior... tú mejor que nadie sabes que en esto hay rachas, como en el fútbol..

AnayDani dijo...

Lo siento gato, pero no estoy de acuerdo. Yo siempre busco la firma C T. (incluso a veces lo leo y todo). CT DIRECTOR!!!

Juanjo Marcos dijo...

Toledo, prócer.