martes, 9 de septiembre de 2008

Estocolmazo

Qué mal sienta a veces el verano. Hay quien dirá que a algunos peor que a otros y con razón. Que se lo digan a mi ex jefe, que ha visto cómo pasaba de ser el amo y señor del periódico a engrosar la lista de cargos invisibles. No se lo esperaba y tampoco ha sabido encajarlo demasiado bien. Pensé que viviría este momento con mayor entusiasmo pero la verdad es que tengo sensaciones contradictorias, no acabo de estar satisfecho. Por una parte, me alegro. Ha hecho daño a mucha gente y quizá se lo merecía. Pero, por otra, no me gusta la manera de proceder de esta empresa. Se podían haber tomado cartas en el asunto desde hacía tiempo y de forma justificada. Sin tener que recurrir a la encerrona y al mal gusto. Nadie se merece algo así, ni tan siquiera él. Me dicen que lo que me pasa tiene un nombre, Estocolmo, y puede que sí.
Bueno, esperemos que todo sea para mejorar. El nuevo hombre tiene lo imprescindible, es correcto, inteligente y, sobre todo, buen periodista.

6 comentarios:

El Gato dijo...

Vuelvo de vacaciones y la que habéis liado. No lo digo sólo por la discusión centro-periferia de mi blog, con la coincido porque vivo en mis propias carnes ser un madrileño perfectamente acogido en las tierras levatinas (¿valecianas?). Lo digo sobre todo por lo que comentas en este post y porque hace ahora un mes especulábamos con la posibilidad de la sucesión en los términos en los que se ha producido... Era lo más lógico. Ahora sólo nos queda esperar que sea para mejor y a ver si caen otras piezas del dominó en Valencia o todo queda como hasta ahora. Vosostros sois quienes más lo vais a notar... BUENA SUERTE para todos!!!!!

Juanjo Marcos dijo...

ES EL COLMO!! ESTOCOLMO!!!
Saludos al vietnamita.

Mahs dijo...

Síndrome de Estocolmo como un piano.

Entre darte la enhorabuena o consolarte por el cambio, prefiero darle la enhorabuena. Porque, además, es así...

Abrazo

AnayDani dijo...

Ojalá mi jefe se fuera a Estocolmo...

Casandra dijo...

A mí esas puñaladas en el trabajo me repugnan, aunque el otro se lo merezca. Alguna he visto yo también en mi empresa. Así es el capitalismo. :-S Un abrazo!! :o)

Anónimo dijo...

És un "estocolmazo", sense cap mena de dubte. Ara bé, fa molt de temps que estem acostumats a no pegar ni xapa i, ara, ho notarem. El que més anem a patir és l'obsessió pel treball del nou director, que és el primer que arriba, l'últim que se'n va i té un mòbil enganxat a l'orella. Pense que el que guanyarem en tracte humà, ho perdrem en tranquil·litat laboral...

Espere equivocar-me.

Salut!