martes, 20 de noviembre de 2007

Reconciliaciones

Visita a Alicante y salida obligada. Demasiadas copas o demasiada edad (o las dos al mismo tiempo) porque estuve a punto de desfallecer. Mi estómago no pudo soportar el trasiego y reclamó un tiempo muerto a mitad de la noche. Al final, conseguí superar el bache y volví a experimentar las sensaciones que siempre me ha provocado esa ciudad. No se trata de un asunto arquitectónico sino más bien de seguridad, de amistad y de recuerdos. Cada vez que me asomo por sus calles lo hago acompañado por las mismas personas y por el mismo espíritu, ése del que nunca gocé cuando vivía allí. Entonces era otra cosa, se trataba de una obligación que soportaba a duras penas. Hoy las cosas han cambiado. Quizás porque no es mi lugar de residencia y sólo acudo de visita o quizás porque el paso de los años ha reblandecido mi animadversión hacia ella. En esta ocasión, además, había otro componente que añadir, el anuncio de un nuevo estatus.
El resultado fue el esperado, demasiada tensión para reaccionar con normalidad. El tiempo seguro que lo cura, lo hace con todo, incluso con Alicante.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Igual es que ahora simplemente sales a divertirte y te olvidas un rato de todo lo demás. Opino yo por opinar.

Peter Parker dijo...

Podría ser, no digo yo que no, Flanagan, pero es todo demasiado positivo, prefiero achacarlo a la madurez

AnayDani dijo...

Estar mayor, hay que reconocerlo. Mirame a mi, que llevo dos meses y lo mas que he bebido es una copita de vino.
Ahora mismo nos conectamos menos, pero a ver si me conecto manyana y te envio un mail. 5 minutos mas y me cobran 3 dolares mas.

Anónimo dijo...

Por cierto, brillante renovación del blog, se nota que tuviste un buen maestro en maquetación