Es en días como éste cuando conviene echar la vista atrás, mirar al pasado y recordar. Siempre que lo hago encuentro un precipicio, un agujero en el que si caigo no estoy seguro de poder salir. Por eso sólo me asomo, lo justo para desempolvar la memoria y volver a fijarme en el futuro lo más rápido posible. Sin embargo, es inevitable asumir ciertos riesgos para seguir adelante. El pasado es la base sobre la que se asienta el presente y no puedo dejar de recordar a quien tanto ha influido en lo que soy. El trabajo y la actividad diaria no me permiten pensar demasiado en ella y por eso agradezco los días como hoy, en los que tengo tiempo de sobra para hacerlo.
Han pasado casi dos años y sólo esta mañana he sido consciente de la velocidad con la que transcurren los meses. Las imágenes se habían desdibujado considerablemente pero la visita al cementerio me ha servido para refrescarlas y devolverla a mi cabeza. Ahora me siento mejor.
Un cambio de opinión de Margallo
Hace 9 años
4 comentarios:
Un beso muy fuerte.
Yo también la echo de menos muchísimo. Un abrazo
Hay una frase maravillosa de José Ángel Valente que dice que sobrevivir es fácil, lo arduo es sobrevivir a lo vivido. Hace falta ánimo y yo te ofrezco un poquito, por si te sirve. Un abrazo maestro.
Contigo sienpre niño. Ya lo sabes
Publicar un comentario